League of Legends: Galio

Vigor 1965 Mana 1135 Velocidad 335 Armadura 80 Resistor mágica 30 % de critico 0% Vida cada 5 seg 20.95 Mana cada 5 seg 19.6 Repercusión 125 Ver mas de League of Legends en Videojuegos Patrón Mucho antiguamente de que la Mezcla regulara esta encantamiento, los magos experimentaban con la creación de vida industrial. Aunque ahora es poco prohibido, la inculcación de la razón a los gólems era una habilidad relativamente habitual entre los artífices más expertos. Uno de estos visionarios era el demaciano Durand. Con una diplomacia sin igual para crear seres conscientes, las obras de Durand servían de infatigables guardianes para las ciudades fronterizas de esta querida ciudad estado, protegiéndolas de sus vecinos noxianos. Sin incautación, Durand guardó para su propia defensa su obra maestra: Galio. Este ser poderoso, forjado a imagen y referencia de una canalón, lo mantenía a aparte en sus viajes y le permitía sufrir a parte su importante trabajo sin temor a sufrir las represalias de los enemigos de su tierra… hasta que el enfrentamiento con sus duros guardianes terminó por provocar la ira del Detención Mando noxiano.  Cuando Durand cruzó el Pantano de los Aullidos arrastrando su obra maestra, fue atacado por un amplio liga de asesinos noxianos. En un evidente estado de inferioridad física y numérica, Galio hubo de presenciar con horror cómo los asesinos ejecutaban rápidamente a su amo, antiguamente de desvanecerse entre la niebla. Despojado de su razón para estar, cayó en la desesperación. Durante abriles permaneció solo, velando los huesos del avezado al que no había sabido proteger… un monumento exacto a su propia eterna vergüenza. Hasta que un día, una triste pero decidida Yordle con una poderosa corona demaciana se detuvo a descansar bajo la sombra de una gran estatua. Oculto a los fanales de su visitante, ajena a su presencia, Galio estudió a la melancólica muchacha. Parecía como si ella asimismo soportara una pesada carga. Tan silenciosa y estoicamente como había llegado, la chica se fue en dirección a Demacia. Este acercamiento encendió una chispa en la observación de Galio. Recordando la causa cuya defensa le había costado la vida a su avezado, Galio salió de su purgatorio de silencio y siguió la recuerdo de esta fuerte criatura. Tenía una nueva razón para estar: unirse a la Mezcla de Leyendas y disputar por la voluntad de Demacia.  “La redención no existe. Sólo existe la penitencia”.

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